Si se cumplen todas las recomendaciones, la ciberpsicología es una mina de oportunidades para los profesionales… y para los pacientes. Rosich detalla entre sus ventajas el ahorro en los desplazamientos, el seguimiento continuado de los casos y el empujón que presta a las personas con reticencias a acudir al especialista. No es de extrañar que el COPC haya detectado un “uso masivo de la teleterapia” durante la reclusión. “Antes de la pandemia, muchos profesionales la usaban de forma particular para continuar con las terapias presenciales, pero la situación ha cambiado con el Covid-19. Ha sido un descubrimiento”, remacha Rosich.
Sin embargo, la terapeuta Giovanna Griselle, con años de experiencia en la psicología online, advierte sobre uno de sus inconvenientes: la falta de intimidad. “Existe un problema con la privacidad: me han tocado varias sesiones que han sido interrumpidas por otras personas que estaban en el hogar. No es algo limitante, pero sí una vicisitud que hay que controlar”, reconoce la psicoterapeuta.
Su presidente, Josep Maria Fàbregas, afirma con aplomo que “la teleterapia ha llegado para quedarse”. Los datos le avalan: entre el 14 y el 28 de marzo, aumentaron un 1.350% los minutos facturados a través del programa. Cita.IO cuenta con las mismas características de una clínica física: la elección y la cita con el profesional, la consulta de la historia clínica durante los encuentros, la emisión de recetas y una pasarela segura de pago. Además, el software encripta las videollamadas para cumplir la ley española de protección de datos, a diferencia de otras herramientas como Zoom o Skype. “Se consigue más eficacia, más continuidad, más desinhibición… el resultado terapéutico es sorprendente”, afirma Fàbregas con convicción.
Solo un 15% de casos no puede ser atendido por Internet
Paloma González Peña es fundadora y CEO de InPsique, una solución tecnológica creada en 2015 con el apoyo de la UNED para facilitar la psicología online. Actualmente, la herramienta la usan 500 profesionales en toda España. Esta doctora coincide en que “el confinamiento ha puesto en valor la terapia online, que hasta ahora se veía de segunda elección”.
Pese a que su responsable reconoce que “la teleterapia no sirve en patologías agudas donde el paciente no tiene capacidad de contención”, revela que el encuadre terapéutico es exitoso en la mayoría de situaciones. “El porcentaje con que no se puede trabajar es bajo, quizá de un 15%”, asegura González Peña.
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